El Ayuntamiento de Cassà de la Selva ha incorporado dieciocho nuevos contenedores de fracción orgánica en el centro del pueblo para evitar que los ciudadanos que no quieren colaborar en la recogida selectiva viertan cualquier tipo de residuo. Esta medida se ha adoptado tras conocer que el porcentaje de residuos impropios -aquellos que no deberían ir a la fracción orgánica- ha pasado de una media de un 8 a un 15%, que encarece el precio que el consistorio paga por el tratamiento de estos residuos.
Los nuevos contenedores cuentan con una tapa para hacer la recogida normal y otra superior más pequeña que está pensada para que se puedan poner las bolsas con restos de comida de la cocina y otros restos vegetales. De esta manera, se evita que se viertan bolsas más grandes con una mayor probabilidad de contener elementos que no tienen que ir a la fracción orgánica.
En caso de que esta medida sea efectiva, el Ayuntamiento ampliará el número de nuevos contenedores a otros puntos del pueblo.