El servicio del Consejo Comarcal inicia sus actuaciones de control de poblaciones de mosquitos en las zonas rurales y urbanas, a las que se añade este año el Puerto Autónomo de Barcelona. La campaña comenzó en marzo en las zonas naturales y se ha hecho la previsión de tratamiento sistemático de los 49.250 sumideros cartografiados en zona urbana.
El Servicio de Control de Mosquitos (SCM) del Consejo Comarcal del Baix Llobregat ha presentado hoy la campaña intensiva contra la proliferación de los mosquitos. Desde la masía de Can Comas, en el corazón del Parque Agrario del Baix Llobregat, centro de operaciones del SCM, el presidente del Consejo Comarcal, Joaquim Balsera, acompañado de los dos responsables del servicio, Carlos Aranda y Roger Eritja, explicaron las vicisitudes de la campaña actual y las características del servicio. La campaña se presentaba hoy pero desde marzo ya se iniciaron las actuaciones con el control de la especie de mosquito de marisma Ochlerotatus caspius, debido a las inundaciones que las lluvias provocaron durante ese mes. La campaña intensiva durará todo el verano y se alargará hasta principios de otoño. Durante este periodo se tratarán casi 50.000 imbornales del espacio urbano y se cubrirá un territorio de 25.000 hectáreas de las cuales 9.000 se encuentran en el delta del río Llobregat, algunas de las cuales son de muy difícil acceso. Para el inicio de la campaña el servicio se refuerza con 10 personas las que se suman a las 11 ya permanentes y que conformarán un equipo de 21 personas entre biólogos, prospectores, inspectores y tratadores. En la financiación del SCM colaboran 18 municipios del centro y sur de la comarca del Baix Llobregat, L'Hospitalet de Llobregat, AENA para el aeropuerto de Barcelona y como novedad y por primera vez este año se suma a la zona donde se hace la prevención el puerto de Barcelona, a raíz de los problemas denunciados por los trabajadores de la zona ZAL de la instalación, que actualmente ocupa el antiguo cauce del río Llobregat.
Uno de los mosquitos que más preocupan y que en los últimos años ha recibido una especial atención por su agresividad es el mosquito tigre. La lucha contra este tipo de mosquito sería un caso paradigmático para entender la complejidad del servicio en el momento de combatir los mosquitos en zonas urbanas, donde la acción del hombre supone un factor clave para el éxito o el fracaso en el control de los mosquitos. En este sentido el presidente del Consejo Comarcal, Joaquim Balsera, ha querido hacer un llamamiento a la ciudadanía para que colabore de forma activa haciendo caso de las recomendaciones que se hacen desde el SCM y que pasan por: buscar recipientes, botes, objetos abandonados , desagües, pequeñas cisternas, platos o ceniceros en el exterior de su casa; sacar el agua y poner los recipientes boca abajo para que no se puedan volver a inundar. Con esta simple acción se puede evitar en gran número la proliferación del mosquito tigre.
Según Roger Eritja, biólogo y especialista reconocido en cuanto a los mosquitos tigre, explica que la variedad de especies de mosquitos a combatir y la heterogeneidad de un territorio como el Baix Llobregat que combina zonas densamente urbanizadas con espacios naturales de gran diversidad, hace que el operativo sea complejo y muy especializado según ámbitos de actuación. Así pues, por su parte, Carles Aranda, el otro biólogo y responsable del SCM para el ámbito natural o rural, remarcó que debido a sensibilidad del territorio ya la densidad urbana del mismo "las operaciones de control se realizan según el criterio de control integrado, es decir, utilizando todos los medios disponibles y buscando la máxima eficacia pero preservando al máximo el medio ambiente y la salud. Prácticamente todas las aplicaciones con plaguicidas utilizan productos biológicos o biorracionales antilarvario, inofensivos para el medio y las personas ".
El Consejo Comarcal del Baix Llobregat destinará para la campaña de este año una cantidad similar a la del año pasado, 700.000 euros. En este sentido, el presidente del Consejo, Joaquim Balsera, ha remarcado que "a pesar del contexto económico no tenemos previsto recortar esta partida porque es fundamental seguir manteniendo los buenos resultados que ha dado este servicio". Balsera ha recordado que el mosquito tigre "no ha transmitido enfermedades, ni es un peligro para la salud, pero es evidente que es una molestia que reduce la calidad de vida de las personas".
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