Ha tenido lugar una reunión entre el vicepresidente de Movilidad y Transporte de la AMB, Antoni Poveda, y el director de la Fundación RACC, Miquel Nadal, y el manager técnico de la Fundación RACC, Lluís Puerto, en la que el representante del AMB ha presentado la propuesta de creación de zonas de bajas emisiones, siguiendo el ejemplo de otras metrópolis europeas, que se dio a conocer la semana pasada.
Según Poveda, "esta propuesta busca ir a favor de todos y no perjudicar a nadie. Es por eso que es esencial buscar el consenso entre todos los colectivos e instituciones implicados, tanto para dar más fuerza a las medidas como para que todo el mundo se sienta representado. Al fin y al cabo, el objetivo último es mejorar la salud de los ciudadanos, un hito con la que todo el mundo debe estar de acuerdo".
Es precisamente con el objetivo de crear este consenso que Poveda mantendrá reuniones, durante las próximas semanas, con diferentes organismos como ahora todos los grupos políticos representados en el Consejo Metropolitano, los ayuntamientos metropolitanos, las administraciones supramunicipales, etc.
La propuesta del AMB prevé crear zonas diferenciadas repartidas por el territorio metropolitano:
• Una zona de bajas emisiones metropolitana, para todo el territorio AMB (36 municipios)
• Una zona de bajas emisiones urbana, para el ámbito delimitado por el anillo de las rondas de Barcelona.
• Zonas urbanas de atmósfera protegida (ZUAP), cerca de localizaciones especialmente sensibles, como las escuelas.
En cada nivel se irán restringiendo las condiciones de acceso de los vehículos en función de su grado de contaminación.
Aunque la propuesta contempla crear estas zonas en los próximos años, comenzando con algunas actuaciones en 2018, estos plazos aún no están estipulados, y es en reuniones como la de ayer donde se creará el consenso entre los actores implicados, para fijar finalmente los plazos en los grupos de trabajo del Consejo de Municipios para la lucha contra la contaminación atmosférica.
La propuesta también incluye medidas referentes a la ambientalización de las flotas públicas, con un horizonte bien definido, el 31 de diciembre de 2020:
• Transporte público urbano (autobuses): se propone que en 2020 se hayan eliminado totalmente los vehículos diesel más contaminantes y que, a partir de ahora, la AMB adquiera únicamente nuevos autobuses híbridos, eléctricos y de gas natural.
• Taxi: se continuará promoviendo la compra de vehículos no contaminantes. El objetivo propuesto es que en 2020 menos del 50% de los taxis sean diesel, y de cara al 2025, menos del 33%.
• Flotas de servicio público de la AMB y de los ayuntamientos: se tenderá hacia un parque sin diesel, a partir de la financiación de unidades nuevas de bajas emisiones y preferentemente eléctricas.