El Ayuntamiento de Valls ha aprobado la adquisición del edificio histórico y protegido de Ca Ferran, un gran inmueble situado entre las calles de la Iglesia, del Call y dels Jueus. El edificio tiene un importante valor patrimonial y el consistorio efectúa la compra de las fincas situadas en la calle de la Iglesia 13, 15 y 17, por importe de 252.000 euros, con el objetivo de rehabilitarlas y convertirlas en un futuro en un equipamiento público del centro histórico. En una primera fase, el Ayuntamiento encargará este mismo año el estudio arqueológico completo de Ca Ferran inmueble que, a pesar de las modificaciones a lo largo de su historia, data del siglo XII y cuenta con numerosos vestigios medievales, entre ellos los antigua sinagoga judía de Valls.
Ca Ferran tiene su fachada principal en la calle más antigua de la ciudad, la calle de la Iglesia conocida en sus orígenes, en la segunda mitad del siglo XII, como la calle de la Vilaclosa. El inmueble se encuentra junto a los entornos protegidos de Sant Joan y del Call Jueu y, con más de 500 m2 de suelo, el conjunto de Ca Ferran es el resultado de la unión, a lo largo de su historia, de varios edificios.
El espacio donde ahora se levanta Ca Ferran fue ocupado por varias viviendas a partir de la segunda mitad del siglo XII, de las cuales probablemente todavía queden restos en sus paredes o en las partes del edificio donde no hay sótano. En este sentido, se conservan vestigios en los bajos del edificio que podrían datar de esa época o de estructuras posteriores de los siglos XIII o XIV. A mediados del siglo XIII, con la formación de la comunidad judía en Valls, la mitad posterior del edificio pasó a formar parte de la judería, mientras que la parte que da a la calle de la Iglesia fue ocupada por viviendas de la población cristiana. Está documentado que durante una época fue la residencia de una rama de la familia noble de los Llobets, y también consta la existencia, en una parte de los bajos, del antiguo horno de pan de la Vilaclosa.
En la planta baja de la parte posterior de Ca Ferran, donde se levantaba la sinagoga, se conservan también estructuras medievales, como es el caso de los muros y de buena parte de una antigua sala de planta rectangular, donde se alzan también un mínimo de dos arcos levantados con dovelas de piedra. El estudio arqueológico debe determinar qué partes de estas estructuras correspondían a la sinagoga y si en el subsuelo se conservan otros restos o incluso los baños subterráneos. La sinagoga de Valls está documentada desde 1337 – aunque seguramente era más antigua – y era el centro de culto donde se celebraban bodas, circuncisiones y otras ceremonias. También era escuela y centro de estudio donde se enseñaba religión y se aprendía a leer y escribir en hebreo, además de albergar actos sociales y administrativos como reuniones del aljama, juicios o nombramientos del síndico. La judería se desmanteló tras el asalto violento que sufrió en 1391, pero parece que la sinagoga se mantuvo en uso todavía unos años después, a lo largo de las primeras décadas del siglo XV.
Con el cierre de la sinagoga, ésta acabó integrada con las viviendas del entorno y, finalmente, en el siglo XVIII o incluso antes, las dos mitades quedaron unidas en un solo inmueble, convertida en una casa de familia acomodada con un patio interior en la parte trasera. En la segunda mitad del siglo XIX, Ca Ferran acabó adoptando el aspecto actual en cuanto a balcones y pinturas de la fachada.