El Pleno municipal aprobó el lunes el expediente que ha de llevar a la contratación de una empresa para que realice la renovación total del alumbrado de la ciudad. El pliego de cláusulas prevé un precio base para esta licitación de 16 millones y medio de euros, en un contrato de 15 años de duración.
La empresa que gane el concurso deberá adecuar las instalaciones a la normativa actual en un plazo no superior a 2 años, lo que supondrá una renovación prácticamente total de la red actual.
El concejal de Servicios Viales, Joan Giribet, explicó que "probablemente esta renovación es una de las más necesarias en las infraestructuras de la ciudad. Mejorará la fiabilidad, aportará un ahorro energético y permitirá tener más seguridad y más eficiencia". La nueva contratación, además, incluye también el control de la red de semáforos de la ciudad así como un sistema automático de aviso de las averías.
El concejal no adscrito Francis Álvarez, votó a favor de la propuesta, aunque quiso destacar que "llevamos seis años de retraso". Álvarez pidió "que se haga un cálculo de estos seis años que han pasado, la ayuda al cambio climático que se podría haber hecho".
Ariadna Llorens, concejala no adscrita, se abstuvo en la votación. Llorens recordó que la primera propuesta de concurso se hizo en mayo de 2016. "Dos años y medio después volvemos a estar en ese punto, con una gestión lenta, una situación precaria. Falta rapidez". La concejala calificó el contrato como un "seguro caro y largo, que condicionará muchos años este ayuntamiento".
La concejala no adscrita, Carmen Reina, se mostró a favor de la propuesta destacando que "es muy necesario que nuestra ciudad disponga de un alumbrado en óptimas condiciones, para evitar continuos episodios de apagones".
Carlos Remacha, concejal del PP, se mostró a favor del nuevo contrato, porque "consideramos que los episodios de cortes están el orden del día, con quejas continuas. Esperamos que con este contrato se termine resolviendo".
En nombre de Somos VNG, la concejala Deborah Zimmerman posicionó su grupo en contra del nuevo contrato porque lo considera una "privatización". Zimmerman habló de "falta de voluntad" del actual gobierno para gestionar directamente este servicio, "se ha descuidado hasta el punto de la máxima degradación, quizás existía una clara intención de privatizarlo, lamentamos que los nuevos integrantes del gobierno hayan continuado en la misma línea".
Jaume Marsé, concejal de la CUP, posicionó su formación en contra del contrato. "Estamos de acuerdo que se debe modernizar el alumbrado, pero creemos que se podría haber hecho de otra forma, coincidimos en que parte del trabajo la podría seguir haciendo la brigada municipal". Para Marsé "no ha habido voluntad política que hubiera un debate profundo sobre esto" y también habló del retraso en la elaboración de la propuesta.
Por parte del Partido de los Socialistas de Cataluña, Gerard Llobet se mostró partidario de la propuesta, "es una concesión que es necesaria abordar". El edil recordó que "desde el año 2010 no se ha hecho una sola inversión en la reparación de cuadros eléctricos" y calificó la concesión como "positiva y necesaria para la ciudad. Si no, no sería posible hacer una inversión tan importante".
La apertura del procedimiento de adjudicación del contrato del alumbrado se aprobó con los votos a favor del gobierno (PdCat Y ERC), PSC, PP y los concejales no adscritos Francis Álvarez y Carmen Reina. La CUP y Somos VNG votaron en contra y la concejala no adscrita Ariadna Llorens se abstuvo.