"El V premio CONAMA a la sostenibilidad" distingue a la Torre de Claramunt por el proyecto integral de reciclaje de las fracciones orgánicas y vegetales de los residuos municipales.
El Premio Conama a la sostenibilidad de pequeños y medianos municipios es un galardón que reconoce aquellas iniciativas que están relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. El proyecto de la Torre fue uno de los 4 premiados en la categoría de municipios con menos de 5.000 habitantes, donde se presentaron un total 24 candidaturas. Los proyectos son evaluados por un jurado formado por técnicos, pero también hay un voto on-line, donde los ciudadanos pueden participar.
Este proyecto nombrado BRANCA ha sido coordinado y diseñado por Ambiens, consultoría e ingeniería de medio ambiente ubicada en Òdena con más de 20 años en el sector del medio ambiente.
El proyecto integral de reciclaje de las fracciones orgánicas y vegetales de los residuos municipales se implantó hace un año en las urbanizaciones de Pinares del Armengol, La Sierra y Vilanova de Espoia. Un total de 1.188 familias de primera y segunda residencia han sido las beneficiarias de este innovador sistema de recogida de basuras que permite al vecino que lo desee recuperar en forma de sustrato y abono, todas sus desechos orgánicos en el mismo punto que las deposita.
El proyecto consta de dos tipos de gestión de los residuos orgánicos: por un lado, los restos de comida son tratadas en origen con compostadores que tienen los vecinos en sus casas o en compostadores comunitarios ubicados en la calle, por lo que no éxito, ni contenedores en la calle ni camión de recogida. Por otra parte, los restos leñosas procedentes de la poda de los árboles son recogidas con un camión con trituradora incorporada, mediante el cual se recogen y trituran los restos vegetales "in situ", es decir a la puerta del vecino, y en ese momento, se le devuelven en forma de sustrato, en caso de que así lo requiera. Si no es así, los restos vegetales triturados se transportan a la planta de compostaje y se utilizan para hacer compost.
El sistema innovador "BRANCA" permite un tratamiento de calidad de los biorresiduos con un ahorro en desplazamientos ya que ni los restos de comida ni las de poda deben ser transportadas para su posterior tratamiento y por otro lado, se consigue que el vecino participe directamente del procedimiento y se beneficie en el mismo momento y de una manera cómoda. El ahorro es beneficioso tanto económicamente como ambientalmente ya que se racionaliza, economiza y ahorra en transporte, en consumo de combustible y en emisiones de gases contaminantes. Además, se aprovecha la poda como residuo orgánico cuando antes había que tirar al vertedero.