El Ayuntamiento de Terrassa está llevando a cabo un proyecto piloto que durará un año y está hecho en colaboración con Telecomunicaciones de la UPC y la empresa Reby que ha adaptado los vehículos a las necesidades de la ciudad. El proyecto de observadores ambientales, único en el mundo, es el primer paso de un nuevo servicio de micromovilidad en la ciudad.
- ¿Qué balance inicial puede hacer de la puesta en marcha del proyecto?
Hemos comprobado que la micromovilidad facilita la intermodalidad en el transporte y consideramos que es la alternativa más rápida, económica y sostenible del transporte interurbano. Consideramos que apostar por una movilidad sostenible es clave en la Revolución Verde que estamos impulsando desde el equipo de Gobierno, y así se contempla en la nueva Ordenanza de Movilidad, aprobada en el Pleno de noviembre.
La flota de movilidad sostenible está formada actualmente por 200 patinetes eléctricos y 50 bicicletas eléctricas, que incorporan sensores de contaminación atmosférica. Este proyecto de la UPC, con el que colaboramos, se enmarca dentro de los compromisos medioambientales adoptados los últimos años para conseguir ser una ciudad más sostenible, saludable y segura, como son el Plan de Mejora de la Calidad de la Aire (2015-2020), el Plan de Reducción del Ruido (2014-2018), el Plan de Acción para la Energía Sostenible y el Plan de Movilidad Urbana (2016-2021).
Los patinetes se pusieron en marcha el 17 julio y las bicicletas el 23 de septiembre de 2020. Desde la puesta en marcha del servicio, y hasta el 30 de octubre, se han realizado un total de 43.357 viajes, sumando patinetes y bicicletas, lo que representa una cifra de 314,18 viajes al día. La distancia total recorrida suma 60.095,85 kilómetros, con una distancia media por viaje de 1,38 km.
En cuanto a las personas usuarias, en una primera consulta, el 80% reconoció estar satisfecha o muy satisfecha del servicio, y las que reaccionaron negativamente, lo hicieron porque no podían encontrar una solución inmediata a las incidencias planteadas, una cuestión que se resolvió subsanando los problemas técnicos de la App.
- Con los datos de uso de los usuarios y la incorporación de 50 bicicletas eléctricas en la flota, ¿cuáles son los siguientes pasos?
El proyecto pionero que la UPC desarrolla en Terrassa, con la empresa Reby, encargada de la gestión de la flota, y la colaboración del Ayuntamiento, debe servir para resolver sobre el terreno todos los detalles, como la calibración de los sensores. Actualmente, estamos trabajando en la instalación de nuevos aparcamientos de los vehículos de la flota (las "U" invertidas que hay en toda la ciudad destinadas a bicicletas donde deben dejar también los patinetes) para ofrecer un mejor servicio y responder a la demanda actual.
- Hasta el momento, ¿qué inconvenientes o dificultades han encontrado?
El calendario inicialmente previsto no se ha podido cumplir porque, al ser un sistema tan innovador, se han tenido que hacer diferentes ajustes tecnológicos. Principalmente al software de logística, para que el sistema funcione a la perfección, y en la calibración de los mismos sensores, para que la UPC tenga los datos con la máxima precisión y se puedan procesar correctamente. Con todo, y tras las pruebas realizadas en las últimas semanas, confiamos en que los sensores que medirán los niveles de contaminación en la ciudad se empiecen a instalar de manera progresiva a medida que se resuelvan los retos asociados.
- La principal novedad de la flota es que permite obtener datos de los agentes contaminantes. ¿Cómo?
El objetivo de este servicio de micromovilidad sostenible es evaluar el impacto de la polución en Terrassa y ofrecer a los usuarios mayores de 18 años una disponibilidad del servicio de 24 horas. Esta iniciativa de la UPC permitirá obtener datos de los agentes contaminantes, a tiempo real y en diferentes puntos de la ciudad, gracias a la flota de patinetes y bicicletas eléctricas para el uso compartido dotada, parcialmente, de sensores de agentes contaminantes atmosféricos, que están en proceso de validación, y que funcionará gracias a una plataforma tecnológica centralizada.
De este modo, se evaluarán los niveles de NO2 y CO, siendo de gran interés el valor de NO2, ya que hay una relación muy directa entre vehículos de combustión y niveles de dióxido de nitrógeno. Esta evaluación nos permitirá obtener mapas de contaminación fiables, dinámicos y de fácil comprensión para la población a ser efectivos instrumentos de educación y concienciación ambiental para la ciudadanía. Y al mismo tiempo, constituirán un parámetro o criterio fundamental para diseñar y aplicar medidas municipales preventivas y correctoras para la mejora de la calidad del aire de forma más efectiva.
- Puede hablarnos sobre la llamada Revolución Verde que impulsáis desde el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Terrassa?
Terrassa inició el año 2019 un cambio de modelo para avanzar hacia una ciudad donde moverse sea más fácil, con menos tráfico, menos ruidos y menos gases contaminantes. Una ciudad más saludable, con más espacios públicos, más confortable y más segura para peatones. Se trata de una gran transformación, que comenzó con la voluntad de reordenar la circulación en el ámbito central para establecer una Zona de Bajas Emisiones. Unos cambios que se han visto frenados por la pandemia del Covid-19, pero que tendrán continuidad en un futuro inmediato hasta conseguir doblar la superficie destinada a los peatones en los últimos 20 años.
El cambio en la reordenación de la movilidad quiere ir mucho más allá del Centro y abarcar todos los barrios de la ciudad. Tal y como se establece el Plan de Movilidad Urbana Sostenible 2016-21 y al Plan de Mejora de la Calidad del Aire 2015-20, se harán intervenciones en las calles para reequilibrar el espacio público, reasignando más espacio peatonal, a la bicicleta y el transporte público y para conseguir cambios en los hábitos de la movilidad de la ciudadanía.
Son medidas para lograr una reducción de la accidentalidad, del ruido y del consumo energético, una mejora de la calidad ambiental y de la habitabilidad de las calles, así como un aumento del grado de autonomía de los niños, de personas mayores y de personas con capacidades diversas. Una auténtica revolución verde para movernos y vivir mejor en Terrassa.
- Terrassa es una ciudad para que puedan convivir toda clase de medios de transporte? (Coche, motos, autobuses públicos, bicicletas, patinetes, peatones ...)
Con la nueva Ordenanza de Municipal de Movilidad nos adecuamos a la permanente evolución del modelo de ciudad. El Ayuntamiento refuerza, así, su convicción para pacificar el tráfico, mejorar la seguridad vial, la preservación del medio ambiente, la apuesta por las nuevas formas de movilidad, las energías limpias y, en definitiva, la mejora de la calidad de vida de la ciudad y la convivencia pacífica de su ciudadanía.
Entre los beneficios de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) destaca su contribución a la disminución de la contaminación atmosférica y acústica, en la transición hacia una economía baja en carbono y en la intermodalidad con otros servicios públicos de transporte urbanos o metropolitanos (tren, autobús, metro ...).