Enmarcada en la Agenda 2030 de Catalunya, se está desarrollando la Agenda Rural de Catalunya. La Agenda Rural identifica 7 retos clave a desarrollar en los próximos años para que los territorios rurales catalanes incrementen su dinamismo social, cultural y económico, se conviertan en territorios atractivos para nueva población y, al mismo tiempo, se les tenga en cuenta como territorios clave en el camino hacia la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático que forzosamente deberá dibujarse a nivel planetario y siguiendo los criterios que se marcan desde los diferentes ODS.
Para tener un conocimiento esmerado de la realidad socioeconómica del mundo rural y de su evolución pasada y futura es necesario disponer de datos y de indicadores que permitan a las diferentes entidades y administraciones ver el impacto de sus acciones y políticas, así como tomar las decisiones más adecuadas para con los territorios rurales.
Desde el gabinete técnico del DAAC se lleva a cabo el Observatorio del Mundo Rural, un documento y una plataforma interactiva que trata 30 indicadores sobre los territorios rurales catalanes y que permite realizar un seguimiento esmerado de aspectos tan importantes como la demografía, economía, el territorio y el medio ambiente, y los servicios y la calidad de vida.
El pasado 25 de mayo se presentó la última edición del Observatorio del Mundo Rural. Hablamos con Jaume Sió:
- ¿Qué es el Observatorio del Mundo Rural y cuáles son sus principales objetivos?
El Observatorio debe entenderse como una herramienta que se pone a disposición de los ciudadanos, entidades, empresas y administraciones, para poder evaluar, mediante la recopilación de un abanico de indicadores demográficos, económicos, de calidad de vida, así como de territorio y medio ambiente, el estado del mundo rural, con una mirada comparativa con respecto al urbano. Sin embargo, su finalidad no se limita sólo a divulgar los datos resultantes, sino que pretende ser una herramienta prospectiva, para anticiparnos a una realidad más o menos próxima, y, por tanto, poder orientar acciones o proyectos dirigidos a mejorar las condiciones y oportunidades de esa parte del territorio. Por otro lado, pretendemos que no sea una plataforma estática, sino abierta a la entrada de nuevos indicadores, que permitan en todo momento realizar un seguimiento del impacto de las diferentes estrategias del Departamento y entidades que trabajan para un desarrollo rural sostenible.
- ¿De qué forma se pueden consultar los resultados del Observatorio del Mundo Rural?
En esta última edición del Observatorio, se ha empleado la oportunidad que ofrecen los nuevos programas de visualización de datos, para presentar sus resultados de una forma mucho más visual e interactiva, con la inclusión de varios dashboards o cuadros de mando, que contienen gráficos y mapas para facilitar su lectura. También se ha incluido un apartado específico de valoración de los datos, con un breve resumen de los resultados. Por otra parte, las consultas pueden realizarse a escala comarcal y por municipio, siempre que por su naturaleza y por la ley de protección de datos se puedan presentar en este nivel de desagregación. Finalmente, hay que comentar que el visor se ha diseñado para poder moverse fácilmente, de forma bastante intuitiva, y para ello animo a todo el mundo que tenga interés en entrar.
- ¿Los datos que aporta el Observatorio del Mundo Rural pueden ayudar en el desarrollo de la Agenda Rural de Cataluña?
Uno de los objetivos de la Agenda Rural es dinamizar las zonas rurales y situarlas en el centro de la toma de decisiones en la estrategia de desarrollo territorial. Esta toma de decisiones habrá que hacerla basándose en unos datos que permitan realizar un diagnóstico de la situación para priorizar acciones y como ya he comentado, hacer también el seguimiento de los resultados y el grado de cumplimiento de los retos que se son definidos. Por ejemplo, uno de los retos de la Agenda Rural es reforzar la cohesión social y el bienestar de las personas, así como impulsar la dinamización económica; el seguimiento de indicadores anuales como el número de escuelas y guarderías, el grado de satisfacción de la población con los servicios de salud o el número de plazas de alojamientos de turismo rural, pueden ser unos buenos indicadores tanto para planificar las estrategias, detectando sus necesidades u oportunidades, como para evaluar su implementación.
- ¿Y en el de la estrategia de la Bioeconomía de Cataluña?
Todas las estrategias que impulsa el Departamento están vinculadas a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, ODS, señalados por las Naciones Unidas para el año 2030, y todas ellas traen de equipaje una serie de retos, medidas, e indicadores. Aunque se prevé que la estrategia de la bioeconomía tenga su propio observatorio, parte de los indicadores económicos y forestales del observatorio del mundo rural pueden apoyar la óptica rural en el despliegue de la estrategia, teniendo en cuenta entre otros, el papel fundamental de los bosques en el impulso de la bioeconomía circular.
- ¿Y en el de la Agenda 2030?
Se necesita un mundo rural repoblado, cohesionado, dinámico, conectado y sostenible en todos los ámbitos, para cumplir con los retos de la agenda 2030. El observatorio del mundo rural, como instrumento transversal de análisis, que recopila datos sociales, económicos y ambientales de esta parte del territorio, es una herramienta necesaria e imprescindible para encarar los retos globales de la agenda.
- Según el último Observatorio del Mundo Rural, ¿qué 3 ideas destacaría de la realidad de estos territorios?
La primera, el relevante envejecimiento de la población a nivel rural, donde más de una quinta parte de la población sobrepasa los 65 años. Éste, a pesar de ser un rasgo general de la población, son casi 3 puntos porcentuales superiores respecto al urbano. La otra característica es el despoblamiento de las zonas rurales; en Cataluña en casi tres cuartas partes del territorio vive sólo un 10% de la población. Sin embargo, en los últimos años, hemos constatado un tímido crecimiento de la población en los municipios rurales, que se ha hecho más evidente en 2020, durante el primer año de pandemia. Sin embargo, en este caso el desplazamiento hacia los pueblos rurales se atribuye a las restricciones de movilidad que ha supuesto que se valore más la vivienda y el entorno en el que se vive. Y enlazando en este hecho, de la crisis podemos sacar una oportunidad, siempre que los recién llegados decidan quedarse con ella. De ahí la importancia de todos aquellos indicadores sobre servicios y calidad de vida. Sería la tercera idea a destacar. Aunque todavía queda mucho por recorrer, celebramos el grado de satisfacción en los servicios de salud, que en 2020 superó al urbano, y la disminución de la brecha digital de estos territorios, con el 93% de viviendas con equipamiento de banda ancha, a pesar de las dificultades de conectividad que todavía persisten. Una mejora en estos y otros servicios, como educación, acceso a la vivienda, equipamientos culturales, infraestructuras, etc., podrían hacer que este movimiento en las poblaciones rurales no fuera temporal sino real.