Si queremos tener un país avanzado a nivel de innovación, la administración local puede tomar un papel muy importante como agente dinamizador de la cuádruple hélice. El Ayuntamiento de Sant Cugat ha entorno este reto y hace ya un año que está desarrollando el primer Living Lab o Laboratorio Tecnológico dentro de una biblioteca. Esta es una estrategia que permite visualizar como puede ser la Colaboración Público Privada a nivel de colaboración entre administraciones, ciudadanos, empresas y centros de investigación.
- ¿Cómo surgió la idea de hacer un Living Lab dentro de una biblioteca?
Ahora ya hace cinco años se decidió dotar de equipamientos municipales el nuevo barrio de Volpalleres, que a medida que se iba habitando, evidenciaba cada vez más esta necesidad. Nuestra sorpresa como equipo de gobierno fue encontrarnos con un vecindario muy proactivo, motivado y movilizado que antes de que pudiéramos poder proponer el destino de estos equipamientos, nos dió un par de propuestas muy valientes e innovadoras: la primera, que el equipamiento a desplegar fuera una biblioteca que acercara la cultura a los ciudadanos del barrio; la segunda, que esta biblioteca estuviera dotada de un living lab que dinamizara la vinculación ciudadana en torno a la biblioteca y promoviera proyectos de innovación abierta en torno a la cultura.
Si los políticos siempre pedimos a los ciudadanos que se involucren en la vida pública de la ciudad, frente a estas dos propuestas tan bien razonadas y defendidas no podíamos hacer otra cosa que adherirnos al proyecto y promoverlo como propio.
- ¿Quién integra este proyecto?
El Library Living Lab es un consorcio formado por el Centro de Visión por Computador, centro de investigación que aporta la coordinación de las actividades y la metodología de innovación abierta; la Universidad Autónoma de Barcelona, que aportó los equipamientos necesarios para arrancar el laboratorio; y el Ayuntamiento de Sant Cugat como responsable de la Biblioteca Miquel Batllori que es el equipamiento que alberga el Library Living Lab, laboratorio que está adscrito a la red europea de Living labs ENoLL, por sus siglas en inglés.
Al consorcio también se integran la Asociación de Vecinos de Volpalleres, como promotores de la idea original, y la Diputación de Barcelona, como responsable de la Red de Bibliotecas.
- ¿Cómo se promueve la innovación dentro de este Living Lab?
Aunque el laboratorio ocupa 100 m2 del espacio de la biblioteca, las actividades que se desarrollan hacen que toda la biblioteca se convierta en un laboratorio ciudadano sobre usos de la cultura. La actividad se canaliza en forma de actividades o talleres que se desarrollan alrededor de un ámbito temático.
Pero no nos dejemos engañar por la apariencia de las Actividades, son sólo la punta del iceberg. La parte más importante no se ve, y se trata de observar cómo los ciudadanos y usuarios se acercan a la tecnología, la utilizan y la hacen suya por lo que los científicos pueden identificar nuevas líneas de investigación que permitan nuevos desarrollos y a la fin, ¡innovación!
- ¿Cuáles son los espacios de experimentación que se están trabajando?
Las actividades que se desarrollan en el laboratorio, siempre alrededor del mundo de la cultura, se pueden agrupar en los siguientes temáticas: revalorizando las colecciones digitales, o cómo hacer más accesibles y dinámicos los fondos documentales; creación colaborativa en 3D; bibliotecas y museos repensados; aplicaciones educativas, las Apps en las escuelas; enlazando el mundo físico y el mundo digital, o como archivar de forma más divertida; nuevos paradigmas de story telling, o cómo explicar de forma diferente los cuentos.
- Viendo estas explicaciones, uno se plantea si deben evolucionar las bibliotecas...
Las nuevas tecnologías están sacudiendo el mundo de la cultura, no es un debate exclusivo de las bibliotecas, pero hay que interpretarlo en clave de oportunidad, no de amenaza. Desde la digitalización de la música, de las películas, los mismos libros no es extraño encontrar todas estas fuentes en la biblioteca... quizás mejor llamarlas mediateca, ¿no? ¡No creo que tardemos mucho en encontrar videojuegos!
Por otra parte, la facilidad de adquirir y acceder a contenidos culturales en Internet podría poner en duda el rol de las bibliotecas o mediatecas como museos de libros. Pero si los Starbucks han sabido evolucionar de la 'venta de café' a 'vivir la experiencia Starbucks porqué las bibliotecas no pueden seguir la misma senda. Del 'préstamo de libros' podemos pasar a 'vivir la experiencia cultural' y eso incluye desde las salas de estudio o el rincón de los cuentos a estructuras más complejas como un Living Lab.
- ¿Animan a las empresas a utilizar estos laboratorios de experimentación?
Totalmente. La innovación abierta requiere necesariamente de la participación de todos los agentes sociales, de toda la hélice: desde los ciudadanos en las Universidades; desde las Administraciones Públicas a las empresas. Es necesario que las empresas hagan suyo también este proyecto, aprovechando la participación de la ciudadanía para influir en qué retos hay que hacer investigación, investigación que se llevará a cabo en las Universidades y que hay que transferir al mundo empresarial que innovará con nuevos productos de interés para la ciudadanía y para las administraciones públicas. La innovación se debe hacer entre todos.
- Esta iniciativa, ¿qué impacto tiene para el barrio?
En este caso creo que es más importante dar relevancia a que aporta el barrio al proyecto. Estamos hablando de un barrio joven, con gente preparada y con ganas de participar. En este entorno el Living Lab es una excusa, un medio que permite a los ciudadanos canalizar todo este potencial participativo y creativo. Quizás sí que el Living Lab aporta esta cohesión a los vecinos, pero el mérito radica en el perfil y carácter de ellos mismos.
- Últimamente han creado lo que llaman Fablabs, ¿cuál es su finalidad?
El FabLab, como el Living Lab, responde al mismo principio de fomentar la Innovación Abierta, donde participan todos los agentes de la cuádruple hélice de la innovación: Ciudadanos, Universidades, Empresas y Administraciones Públicas. Pero completa otro punto de la cadena de valor de la Innovación que, en este caso, sería el prototipado, es decir, hacer cosas, convertir en realidad esa idea diseñada con la colaboración del usuario, desarrollada con los conocimientos de las Universidades y fabricada con el empuje de un emprendedor o un ciudadano en un espacio dotado de máquinas controladas por ordenadores, el FabLab.
En este espacio, pues, se hacen cosas. Y se hacen de forma participativa, del paradigma Do It Yourself (DIY) al nuevo concepto Do It With Others (DIWO). Se facilita el acceso a la tecnología creativa tanto a pequeñas empresas como a emprendedores que no tienen capacidad a adquirirlas, como ciudadanos y familias que quieren conocer este mundo de la 'fabricación digital' y, por cierto, desde muy jóvenes, accediendo y conociendo el mundo de la ciencia y la tecnología de una forma bien simpática.
- El Ayuntamiento apuesta pues para potenciar las #STEM o #STEAM como dicen ustedes
¡Por supuesto! Sant Cugat es una ciudad media dentro de un país pequeño, por lo tanto la competitividad de nuestras empresas no pasará nunca por la cantidad sino por la calidad, y esta calidad está necesariamente ligada a nuestra creatividad y nuestra capacidad para innovar, por lo tanto dependemos del talento de nuestra gente y por eso debemos potenciar y facilitar el acceso a todas aquellas disciplinas vinculadas al fomento del talento, como la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas (resumido en el acrónimo STEM, de sus siglas en inglés) sin olvidar las artes (por eso completamos el STEAM, añadiendo ésta A) como máximo exponente de la creatividad.