- La Asociación de Mujeres del Mundo Rural se constituye en el año 2018. Antes, sin embargo, ¿hay una tarea previa?
¡Por supuesto! El trabajo proviene de 10 años atrás, en 2008, cuando desde la Escuela de Capacitación Agraria de Monells se agruparon una docena de mujeres catalanas del sector primario y organizaron un viaje al País Vasco con la intención de ver la potencia del asociacionismo femenino y el empoderamiento de las mujeres rurales vascas.
A partir de entonces, cada año se ha realizado un viaje para conocer a diferentes mujeres y proyectos liderados o en clave femenina: Navarra (2011), Pallars (2012), Ripollès (2013), Empordà (2014), Solsonès (2015), Cantabria (2017), Cerdanya (2017), Menorca (2018) y Terres de l'Ebre (2018). Es a partir de ese momento en que el grupo se hace mayor.
Pero no es hasta en un encuentro de éstos que se vio la necesidad y la oportunidad de agruparnos en un grupo de whatsapp para poder intercambiar conocimientos, jornadas, dudas y encuentros. A partir de este grupo se gestó lo que hoy es la Asociación de Mujeres del Mundo Rural, Labradoras y Ganaderas de Cataluña.
Una Asociación que cuenta con 180 mujeres profesionales del sector primario con ganas de trabajar para dar a conocer el trabajo del mundo rural.
- Entendemos que el objetivo principal es reivindicar su papel en el mundo agrario.
El objetivo principal de la Asociación es defender la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres del mundo rural, dando valor al trabajo que se realiza. Con esto queremos conseguir empoderar y valorizar el trabajo convirtiendo a la Asociación en una entidad referente, experta y puntera en el sector primario.
Pero también incidir en el modelo de país que queremos, con esto queremos decir ocupar lugares de decisión en los que actualmente todavía sólo hay hombres. En definitiva, queremos incidir y decidir en las políticas agrarias.
- En su día a día, ¿se encuentra todavía algún obstáculo por el hecho de ser mujeres campesinas?
Todavía hoy en día hay gente que se sorprende viendo a una mujer sobre un tractor, conduciendo una cosechadora o simplemente llevando un rebaño. Esperamos que las generaciones futuras borren estos clichés definitivamente y que la forma de trabajar en el mundo rural sea igual para hombres que para mujeres. Es un trabajo como tantos otros, sólo hace falta que te guste, las aptitudes para desarrollarlo, las mujeres, las tenemos de sobra.
Pero sí, realmente a menudo debes demostrar tu capacidad para el trabajo que realizas, cuando a un hombre se le da por sentado.
Cada vez pasa menos entre compañeros del sector, con quienes trabajamos codo con codo cada día, y por tanto nuestra valía ya está demostrada, o ya nos “hemos ganado el respeto”. Por el contrario, nos queda trabajo por hacer con gente externa: comerciales de insumos, intermediarios, consumidor final... Hay quien nos ve como una “cosa” anecdótica, pintoresca; otros, para hablar de precios o cerrar un trato, esperan dónde está el hombre.
También ayuda a que en otros sectores o en la política, también se vaya normalizando la presencia de la mujer en posiciones de responsabilidad. Valoramos muy positivamente que las dos últimas personas que han liderado el Departamento de Agricultura de la Generalitat hayan sido mujeres. En más de una ocasión nos hemos encontrado en actos en los que las únicas mujeres presentes hemos sido las representantes del Departamento y nosotros. Por tanto, poco a poco se debe ir normalizado que otras entidades sectoriales, órganos de gobierno de cooperativas, federaciones, etc. vayan dando paso a más mujeres.
- ¿Cuál es el perfil de las socias de la entidad?
La premisa de la Asociación es que sean mujeres que formen parte del sector primario de forma profesional. Ya sea campesina, ganadera, vinculadas a la gestión forestal, transformación agroalimentaria, etc.
Y lo que hemos conseguido es tener mujeres valientes de todas las edades, de casi todos los sectores y representando todo el territorio catalán: desde el Pirineo, pasado por Girona, la Cataluña Central, las Tierras de Lleida y, como no, las Tierras del Ebro.
La mujer campesina de hoy es una mujer preparada, que ha estudiado y se sigue formando. Es una mujer que ha escogido conscientemente este trabajo ya quien le gusta ser campesina y/o ganadera.
- A nivel de representatividad, la Asociación de Mujeres del Mundo Rural forma parte de la comisión permanente que trabaja por la puesta en marcha de la Agenda Rural de Catalunya. ¿Qué significa esto para ustedes?
Para la Asociación estar presente es un paso importante y un objetivo completo. La Agenda Rural de Cataluña debe ser una forma de incidir y decidir sobre nuestra forma de vivir en el mundo rural, y formar parte de ella nos ha permitido poder aportar nuestro grano de arena. Creemos que estamos lejos de conseguirlo todo, pero es un punto de entrada para poder participar en defender los intereses, necesidades e inquietudes de la gente que vivimos en el campesino y los territorios rurales en general.
- A su vez, este 2022 se ha convertido en una de las únicas entidades presentes en los 12 Grupos de Acción Local del territorio.
Como ya hemos dicho al principio de la entrevista, uno de nuestros objetivos es participar activamente en lugares de decisión. Los Grupos de Acción Local son importantes para poder dinamizar y hacer crecer el territorio, esto implica que muchas de nuestras socias participen en proyectos reales con el conocimiento del territorio y de sus gentes. Así conseguimos también una visibilización de las mujeres y del sector.
- El intercambio de experiencias y la formación constante también forman parte de la esencia de su entidad.
La formación constante es un punto estratégico de nuestra asociación, ya sea con sesiones telemáticas o presenciales. Una formación basada en las inquietudes y demandas de nuestras socias y que abarca los distintos ámbitos de trabajo de la entidad.
Debemos tener presente que en un sector como el nuestro, amplio y diverso; y al mismo tiempo fiscalizado por una normativa y una ingente burocracia; la formación y reciclaje constante es vital, por no hablar de la capacitación en nuevos sectores complementarios. No somos grandes empresas, industrias o multinacionales, con departamentos especializados (ingeniería, fiscal, RRHH, comercial, legal, etc., etc., etc.). Por tanto, poder ofrecer formaciones u orientaciones específicas, adaptadas y ágiles, a nuestras socias, es muy importante.
Tampoco podemos olvidar el intercambio de experiencias, ya sea fuera o dentro de nuestro ámbito de actuación. En el propio territorio tenemos mujeres emprendedoras, pioneras, con proyectos singulares, potentes... que con su experiencia aportan riqueza y pueden servir de referentes para otras mujeres. Unos intercambios de los que muchas veces han surgido nuevas colaboraciones entre las socias.
Fuera del territorio, impulsamos intercambios con otras asociaciones o proyectos liderados por mujeres. Por ejemplo, el pasado mes de octubre una delegación de 40 socias viajamos a la Baja Sajonia, a Alemania, donde fortalecemos lazos con la asociación de mujeres del campo LandFrauen e intercambiamos experiencias y proyectos.
- Recientemente se ha renovado la Junta de la Asociación. ¿Nos podrías hacer cinco céntimos de las líneas de trabajo de la entidad de cara al futuro?
Como no puede ser de otra forma seguiremos las líneas de trabajo que se están trabajando desde hace cuatro años, cuando creamos la Asociación: continuar fortaleciendo el papel de la mujer en el mundo rural, con su empoderamiento, estimulando el liderazgo, el emprendimiento y la igualdad de género en este mundo tan masculino.
Queremos contribuir a la visibilización del sector a través de los proyectos de nuestras socias, mediante las redes, defendiendo los productos de proximidad, que sirvan de referente e inspiración para otras mujeres. También queremos incidir y decidir con las políticas agrarias a través de Consejo Asesor, haciendo presión al Gobierno para que el sector no muera y podamos tener relevo generacional.
Y, por último, hacer mucha pedagogía para dar a conocer el sector primario, el origen de los alimentos, los hábitos de consumo, la forma de vivir en el campo y la defensa del territorio.