El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Cugat, Joan Puigdomènech, ha presentado una prueba piloto impulsada por el Ayuntamiento que consiste en introducir un rebaño de ovejas y cabras en el Parque Natural de Collserola con el objetivo de mantener limpias las franjas de protección de incendios forestales. La presentación de este proyecto ha contado con la presencia de Cristina de Llanos, una de las dos pastoras que el Ayuntamiento ha contratado para que se encarguen de guiar el rebaño.
Esta iniciativa se pondrá en marcha la primera semana del mes de noviembre y en un principio tendrá una duración prevista de un mes y medio. El rebaño proviene de la comarca del Berguedà y estará formado por unos 120 cabezas de ganado, de los que aproximadamente un 90% serán ovejas y un 10% cabras. Se irá moviendo por las zonas de Sant Medir, Sol y Aire y el entorno de la Torre Negra.
"Con este proyecto que ponemos en marcha como prueba piloto", remarcó Puigdomènech, "pretendemos hacer una gestión forestal más eficiente. Una vez realizada esta prueba, valoraremos si el rebaño se ha adaptado al entorno de Collserola y también cuál ha sido la convivencia con la ciudadanía".
Las ovejas y las cabras, aliados para una mejor gestión forestal
Años atrás la sierra de Collserola era una zona donde se practicaba la agricultura y la ganadería, pero con el paso del tiempo se han ido abandonando estos trabajos y la sierra se ha reforestado mucho. Con una mayor masa forestal existe un riesgo de incendios más elevado y, además, en caso de incendio se complica su extinción. Es muy necesario, por tanto, hacer una correcta gestión forestal para disminuir estos riesgos.
Actualmente se hace limpieza de franjas de protección de incendios con maquinaria. Para reducir el impacto del uso de estas máquinas -ruidos, emisiones de gases contaminantes a la atmósfera...- se plantea recuperar el uso de la ganadería ya que los rumiantes como las ovejas y las cabras son desbrozadoras naturales que sin hacer ruido ni gastar combustible van transformando la biomasa con carne, lana y leche. Además, poner en marcha un rebaño genera puestos de trabajo para pastores y puede favorecer el comercio de proximidad con una posible comercialización de carne, leche o queso.
Convivencia con el rebaño
Para que esta prueba piloto sea un éxito, el Ayuntamiento pide a la ciudadanía que en caso de encontrarse con el rebaño se aten los perros para no asustar a los animales y que no se dé de comer al ganado. "Las personas pueden acercarse a preguntarnos cualquier duda y a mirar las ovejas", explicó Cristina de Llanos, "pero lo más importante es que nadie se ponga en medio del rebaño y que los perros vayan atados para no asustar al rebaño".