Valentí Junyent, alcalde de Manresa; Ángeles Santolària, concejala de Acción Social; Mercè Rosich, concejala de Cohesión Social, Mayores y Salud, han visitado las obras de ampliación de la residencia Sant Andreu, en el casco antiguo de Manresa, que acogerá 38 nuevas plazas de residencia y 30 de centro de día -por trasladar la actual situada en la calle Circunvalación-.
Los trabajos, que ya están en la recta final, está previsto que acaben dentro de tres semanas y el nuevo equipamiento se pondrá en funcionamiento antes de terminar el año. La nueva construcción, que conecta con la actual residencia San Andrés, consta de seis plantas y ha supuesto una inversión de unos 5 millones de euros.
La planta baja del edificio acogerá el nuevo centro de día y otros servicios abiertos también a la ciudadanía, como una peluquería. En la primera, segunda y tercera planta se ubican las habitaciones para los usuarios, algunas dobles y otras individuales, y diferentes servicios. Las plantas subterráneas albergarán vestuarios, almacenes, espacio para guardar ropa y un garaje, entre otros espacios. Es precisamente en estas plantas donde las obras han puesto al descubierto algunos elementos patrimoniales e históricos, como arcos medievales. Mientras que algunos quedarán integrados dentro las instalaciones del nuevo equipamiento, una cisterna del siglo XVIII se podrá ver desde la calle a través de un juego de cristales y espejos.
El alcalde de Manresa y presidente del patronato de la Fundación Sociosanitaria de Manresa (FSSM) y las concejalas han estado acompañados por el director general de la Fundación, Manuel Valls, otros responsables de la FSSM y el arquitecto y directores de obra.
Durante la visita se ha puesto de manifiesto la apuesta de la Fundación Sociosanitaria para dar una atención centrada en la persona, adaptándose a las preferencias, historia y circunstancias de cada uno de los usuarios. Es por ello que se han creado varios espacios para poder hacer actividades de forma mucho más individualizada, una pequeña cocina para que los usuarios de la residencia con mejor estado de salud puedan preparar su propio desayuno, o algunas salas que las familias de los residentes podrán utilizar para hacer celebraciones o encuentros.