La Diputación de Barcelona ya ha terminado el Catálogo y Plan especial urbanístico de protección del patrimonio histórico, arquitectónico y ambiental del municipio de Olesa de Montserrat, un documento que debe servir para establecer medidas para conservar el patrimonio, recuperarlo y también mejorarlo. El trabajo, realizado por el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL), cataloga un total de 205 bienes que, según su naturaleza y el tipo de valores asociados, se pueden clasificar en bienes arquitectónicos y urbanísticos, bienes arqueológicos y paleontológicos y bienes ambientales y paisajísticos.
Según fuentes de la Diputación de Barcelona, el trabajo, que se ha desarrollado a lo largo de catorce meses y con un coste 38.800 €, permitirá acercarse al conjunto de valores patrimoniales del municipio desde todos los conceptos para garantizar un conocimiento general y culturalmente conectado de sus bienes. El estudio ha sido dirigido por la historiadora Imma Vilamala, y la ha redactado un equipo de profesionales constituido por el arquitecto Joan Antoni Pérez Farriols, la historiadora Marta Antuñano Reñé, la ambientóloga Ingrid Rueda del Cuerpo y el arqueólogo Juan Garcia Targa.
El Catálogo y Plan especial de protección del patrimonio recoge una memoria con el estudio de la evolución urbana e histórica del municipio, la memoria justificativa, una normativa, los planos de situación de los elementos, la carta arqueológica actualizada, el estudio de paisaje y el documento ambiental estratégico. Se han confeccionado las fichas correspondientes a los 205 bienes catalogados, clasificados en bienes arquitectónicos y urbanísticos, bienes arqueológicos y paleontológicos y bienes ambientales y paisajísticos.
El Plan determina que Olesa de Montserrat cuenta con un rico patrimonio de artesanados con relieves de yeso en los techos de varias casas, que pueden datarse de finales del siglo XVI y comienzos del XVII, y de portadas y ventanales de piedra. Entre sus valores patrimoniales el trabajo destaca los conjuntos de la ermita de Sant Pere Sacama y restos del antiguo castillo, y de la ermita de San Salvador de las Espases y restos del castillo. También se destaca el Casco Antiguo de la ciudad de Olesa, con restos de la antigua muralla, la torre del Reloj, la plaza Nueva, las calles Hospital, travesía de Tetuán, Montserrat, de la Iglesia, Arco de la Iglesia , del Horno, plaza de la Cendra, de Dalt, Sant Joan, Ample y plaza de las Fonts.
El trabajo también hace mención del importante patrimonio industrial del municipio como las naves industriales Vilapou (antigua Catex), de Cal Pons, de Cal Montané, la fábrica Vieja del Molí; las chimeneas del Vapor Cremat y de Cal Montané; el molino de Gualba y el canal industrial, testigos del pasado y presente fabril del territorio. Como ejemplos de edificios de arquitectura modernista, novecentista e historicista, destacan los chalets Gori; el ayuntamiento, que ocupa el antiguo hotel Gori; las antiguas Cocheras, los Salistes, Cal Margarit, el Mercado Municipal, Cal Nicolau Rico, la Clota, Cal Milán, el convento de las Escolapias, el Hospital Nuevo y las Escuelas Nacionales, todos ellos levantados a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Asimismo, en el área rural, el interés patrimonial, dice el estudio, recae en masías, como Can Llimona o Can Mercet, y el conjunto de márgenes y de barracas de piedra seca olesanas.