La Medida de infraestructura verde fija como ejes prioritarios la ampliación de verde urbano en un metro cuadrado por persona, 160 hectáreas en total, de aquí al 2030, con una corresponsabilización más grande de la ciudadanía, y la mejora de la calidad de este verde para maximizar los beneficios ambientales, paisajísticos y sociales.
En el último año y medio, se han naturalizado 22 grandes espacios verdes; en total, más de 16.000 metros cuadrados, y 10 balsas; se ha plantado vegetación en 1.300 alcorques y casi 7.000 metros cuadrados de nuevos grupos florales, y se han habilitado unas ochenta de instalaciones para insectos y más de 260 nidos de pájaros, que, además de enriquecer el paisaje, ayudan a combatir biológicamente las plagas.
Además, como parte del avance en la gestión ecológica de los espacios verdes de la ciudad, se ha eliminado el uso de herbicidas químicos, se han reducido los tratamientos fitosanitarios, se fomenta la diversificación de especies con prioridad para la flora y la fauna autóctonas más adaptables al clima de la ciudad, se hace una poda respetuosa con la naturaleza de los árboles, se deja crecer la vegetación en los alcorques y se optimiza el uso de agua, entre otras actuaciones.
Más salud, más bienestar, más biodiversidad
Este nuevo modelo de gestión del verde urbano ayuda a combatir los efectos del cambio climático, con la mejora de la calidad del aire y la regulación de la temperatura; crear un paisaje urbano más agradable, con nuevos espacios de encuentro y de ocio que incentivan la vida al aire libre y el bienestar de la ciudadanía, y proteger la flora y la fauna de la ciudad.
La naturalización, en todos los distritos
La mejora de la calidad del verde urbano se ha concretado con actuaciones en todos los distritos de la ciudad. Estos son algunos ejemplos:
- Ciutat Vella: flores mixtas que duran más años en la calle del Doctor Aiguader; torre nido de murciélagos en el huerto municipal de Sant Pau del Camp.
- L’Eixample: jardín de especial interés para la biodiversidad y hotel de insectos en el parque de Joan Miró; alcorques para favorecer la presencia de fauna depredadora de plagas en la calle Aragón con la plaza del Doctor Letamendi.
- Gràcia: herbazal en la calle del Torrent del Remei; plantas espontáneas en los alcorques de la avenida de Vallcarca.
- Horta: prado de flores de interés para la biodiversidad y torre nido de murciélagos en la calle Benlliure; herbazal del camino de Cal Notari.
- Las Corts: arbustos de interés para atraer la fauna en los jardines de William Shakespeare; menos poda en la avenida Diagonal; hotel de insectos en el parque de Cervantes.
- Nou Barris: prado de flores en la calle de Palamós y la plaza de Karl Marx; cubierta verde de la Biblioteca Zona Norte.
- Sant Andreu: siega selectiva y biotroncs en el parque de la Trinidad; plantas espontáneas en los alcorques del paseo de La Habana.
- Iris: parterres adaptados al frente marítimo del paseo marítimo de la Mar Bella; flores de interés para la biodiversidad en la isla de Ada Byron; siega selectiva en el paseo de García Faria.
- Sants-Montjuïc: espacio de interés para la biodiversidad en los jardines del Valent Petit; balsas naturalizadas en los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer.
- Sarrià - Sant Gervasi: espacio con flora espontánea en la calle de Plantada y el Tanatorio de Sant Gervasi; torre nido de murciélagos en el huerto municipal de Collserola.