Las obras de rehabilitación estructural de la masía de Can Quiteria comenzarán a finales de año y se alargarán durante doce meses. Los trabajos servirán para sanear la estructura de este emblemático edificio y dejar el interior de la masía preparado para que más adelante se puedan llevar a cabo los trabajos definitivos para adecuarla como el futuro Centro Grau-Garriga d’ Art Tèxtil. Los trabajos se han adjudicado a la empresa Urcotex Inmobiliaria SL por un importe de 613.888,89 euros y durante los próximos dos meses redactará los proyectos básico y ejecutivo.
El anteproyecto ganador, liderado por el arquitecto Xavier Guitar -con una amplia especialización en rehabilitaciones patrimoniales-, analiza en detalle el estado actual del edificio y qué lesiones constructivas presenta. La propuesta de Urcotex aporta soluciones técnicas en materia estructural y de accesibilidad, así como de protección contra incendios y una mejora de los sistemas pasivos que preservan y recuperan la masía como bien patrimonial, tanto en sus elementos interiores como exteriores.
La configuración interior propuesta en el anteproyecto engloba la planta baja, dos plantas y el de escalera de la cubierta, y destina gran parte de los 600 metros cuadrados en espacios de exposición -proporcionados y con iluminación natural-, y reserva estancias para funciones de administración, servicios higiénicos e instalaciones.
La rehabilitación conservará la escala de bóveda catalana, incorporará un ascensor como itinerario adaptado, y propone un aprovechamiento alternativo para la icónica galería de la planta superior que permitirá cerrarla o abrirla en función de las necesidades climáticas o funcionales.
El futuro Centro Grau-Garriga d’Art Tèxtil
A raíz de la firma de una declaración de intenciones, el 15 de abril de este año, entre el Ayuntamiento de Sant Cugat y la familia de Josep Grau-Garriga, se acordaba que la masía de Can Quitèria acogiera una parte del futuro Centro Grau-Garriga d’Art Tèxtil. Este nuevo espacio cultural tendría dos localizaciones: el actual Museo del Tapiz Contemporáneo -en la antigua Casa Aymat- y el edificio de la masía de Can Quitèria.
Can Quitèria se dibuja así como un proyecto ambicioso que quiere convertirse en el centro de referencia, en Cataluña y en España, de la tapicería contemporánea haciendo énfasis, de manera especial, en la obra de Grau-Garriga y la Escuela Catalana del tapiz.
El conjunto de originales que se exhibirá al nuevo centro provendrá principalmente de tres fondos: la colección del Ayuntamiento -que gestiona 230 piezas de arte textil, 38 de las cuales son de Grau-Garriga, el depósito de la Fundación Grau-Garriga -que efectuará la familia y testimoniará el conjunto de períodos creativos del artista- y de otros depósitos -como el de Joan Mateu, amigo personal de Josep Grau-Garriga.
La configuración espacial de Can Quitèria permitirá acoger la colección permanente de la obra de Grau-Garriga en todos sus formatos. Además, contaría con otras obras de la Escuela Catalana del Tapiz, un espacio expositivo para muestras temporales y un tercer espacio dedicado a documentar la memoria de la historia del tapiz.