Manresa presenta el plan de integración de la línea de Ferrocarriles en la ciudad

Manresa llevará a cabo un proyecto histórico que, en diferentes fases, permitirá un nuevo desarrollo urbanístico que impulsará el crecimiento de la ciudad y el transporte público dentro de la trama urbana del municipio. El objetivo principal es eliminar y minimizar la barrera física que representan las vías de tren, mejorar el servicio y facilitar el crecimiento de diversos sectores todo religar los barrios.

El proyecto completo se estructura en tres fases. La previsión es que en 2022 se liciten las obras de la primera fase, que comprende la integración de la línea desde la carretera de Santpedor hasta el centro de la ciudad. Las obras se ejecutarían entre 2023 y el 2025, con un presupuesto de entre 40 y 60 millones. Las otras dos fases, que se ejecutarían más adelante, permitirían completar toda la integración del trazado del ferrocarril en la ciudad.

Actualmente, la línea de Ferrocarriles penetra en la ciudad por el sur y tiene tres paradas en Manresa: calle Viladordis, Manresa Alta y Manresa Baixador. La línea, a su paso por el casco urbano, tiene dos tramos bien diferenciados. Uno es subterráneo y el otro discurre por el centro a cielo abierto, generando una barrera que separa barrios. Es por este motivo que se trabaja en un plan para la integración del trazado del Ferrocarril en Manresa, con varias fases. El objetivo principal es eliminar o minimizar la barrera física que representan las vías de tren, con la consiguiente mejora del servicio, y facilitando, de paso, el desarrollo urbanístico de diversos sectores, todo religar los barrios.

La fase 1 consiste en integrar la línea desde la carretera de Santpedor hasta el centro de la ciudad. El proyecto prevé el soterramiento de la línea desde la actual estación de Manresa Alta, la eliminación de todo el tramo de vía a cielo abierto, como el viaducto entre las calles Aragó i Camps y Fabrés, y también el derribo de la estación del Apeadero. La previsión es resituar esta estación en un punto más central (se está valorando la plaza España o la plaza de la Fuente de los Gansos, justo al lado), que pueda hacer funciones de nuevo intercambiador de transporte público, conectando los servicios de bus urbano e interurbano.


Nuevas calles y avenidas para las personas

La eliminación de las vías permitirá el desarrollo urbanístico de un importante sector de la ciudad, donde hasta ahora las vías representaban una barrera. El derribo del edificio del Apeadero permitirá el ensanchamiento y reurbanización de la calle Aragón, que se convertirá en una gran avenida que conectará con la calle Cerdanya hasta la carretera de Santpedor. Y la calle Fuente del Gato, que ahora termina en un embudo bajo el viaducto de Camps y Fabrés, podrá tener continuidad con toda su anchura hasta la plaza Once de Septiembre.

Aparecerán, así, nuevas zonas que se podrán desarrollar en el centro, como los espacios hasta ahora inacabados en el entorno de la plaza Once de Septiembre y en toda la zona de la calle Cerdanya, entre la calle de la Acequia y la carretera de Santpedor. Se mejorará la plaza España y la calle Soler March y los accesos al parque de Puigterrà desde el Paseo y la calle Circunvalación.
Todo ello dará una nueva imagen a este sector, con calles anchas, nuevos itinerarios para peatones, amplias zonas verdes y nuevos sectores de crecimiento y mejora de la conectividad, la movilidad y del transporte público.

La integración completa llegará con las fases 2 y 3

La segunda fase implicará el confinamiento de la línea entre la calle San Cristóbal y el puente de Hierro, que permitiría completar la calle Arquitecto Montagut, a su paso por la Fuente de los Curas, hasta encontrarse con la avenida de los. En este caso no se prevé el soterramiento de la línea, pero sí su confinamiento para ganar espacio s públicos, recorridos peatonales y zonas verdes.

La tercera fase permitiría la mejora de la integración urbana de la línea entre el Puente de Hierro y la estación de Manresa Alta. Esta fase prevé el soterramiento de la línea del tren desde el Puente de Hierro hasta Manresa Alta y el hundimiento también de la estación, lo que permitiría hacer realidad un nuevo parque urbano con el replanteo de la estación de autobuses. Otra actuación importante de esta fase será la supresión del paso subterráneo de la calle Industria, debido a que la línea ferroviaria pasaría por un nivel inferior, y el vial podría pasar en superficie.
El proyecto también permitiría alargar el nuevo itinerario en superficie de la calle Cerdanya, por los espacios que dejaría libre el soterramiento de la línea. Igualmente se podrían desarrollar nuevos planes de actuación urbanística en el entorno de la calle Industria y la carretera de Vic.

Un futuro metro local y comarcal

El futuro abre la posibilidad de que el ferrocarril pueda hacer la función de metro local, conectando San Pau, el Hospital de Sant Joan de Déu, la Fábrica Nova, el barrio de la Font, la Parada y la Agulla con el centro; y también de metro comarcal, desde Sant Vicenç hasta Súria y Santpedor. El proyecto es uno de los más relevantes que afronta la ciudad y debe permitir un avance muy notable en el servicio público de viajeros y también en el desarrollo urbanístico de la ciudad, eliminando definitivamente la herida abierta del ferrocarril. Un proyecto en varias fases pero que ya se ha empezado a dibujar. Un reto histórico que ya es un presente y un auténtico proyecto de futuro para Manresa.


 

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