
En breve, pondrán en funcionamiento un plan piloto que, entre otras cosas, prevé tomar muestras de ADN de los excrementos de perro para saber a quién pertenecen y así cazar los propietarios infractores.
El problema de los excrementos de perros en la vía pública es uno de los que más preocupa. El Ayuntamiento de Ripoll hace tiempo que intenta poner solución pero les cuesta. Por ello, en breve, pondrán en funcionamiento un plan piloto que, entre otras cosas, prevé tomar muestras de ADN de los excrementos de perro para saber a quién pertenecen y así cazar los propietarios infractores. La concejala de Convivencia y Seguridad, Maria Dolors Vilalta, confía en que "esta será la solución definitiva a un problema que hace demasiado tiempo que dura".
Vilalta explica que, de momento, "estamos haciendo un estudio para aplicar este sistema del ADN", porque entre otras cosas aún está pendiente firmar un convenio con la UAB, que es donde está el laboratorio donde se enviarían las muestras. Vilalta explica que la intención es que cuando un perro se dé de alta se le tomará una pequeña muestra de ADN y se guardará "y luego gracias a ello se podrán identificar los excrementos que se encuentren en la calle y sancionar debidamente su propietario". Esto no saldrá gratis, ya que en el momento de dar de alta deberá pagar una tasa más alta que la actual, "pero si se acaba demostrando que el animal no ha tenido ningún problema de este tipo se podrán devolver el dinero". De momento, sin embargo, todavía no se ha concretado si será al cabo del año o no.
Otra de las medidas que se llevarán a cabo para combatir estos actos de incivismo es que se prohibirá pasear al perro en el tramo que va desde el barrio de Fuensanta hasta la Estación. El motivo es que hay un espacio infantil donde la gente sale a pasear el perro "aunque no sea del barrio" y dejan los excrementos. Según Vilalta, se pondrán unos letreros que indicarán la prohibición.
La última campaña para conseguir que los propietarios de perros recojan los excrementos de sus animales consistió en el hecho de que fueran los vecinos quienes delataran anónimamente los que lo hacían, y luego el alcalde se presentaba en su casa para reñirles. Vilalta dice que ha funcionado, pero como en todo "la gente se acaba relajante".
Fuente: el9nou.cat Foto: Albert Llimós