Se inician las obras del nuevo edificio de la Generalitat en la Catalunya Central, un proyecto clave para revitalizar el Centro Histórico de Manresa

El vicepresidente del Govern y consejero de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, presentó el día 1 de septiembre el proyecto de la nueva sede de la Generalitat en Manresa, que alojará a la delegación territorial, los diversos servicios territoriales hasta ahora dispersos por la ciudad y la nueva Oficina de Atención Ciudadana (OAC). Será un edificio diseñado con criterios punteros de sostenibilidad, con especial énfasis en el ahorro energético y la calidad del ambiente interior, y de digitalización, con espacios de coworking para los trabajadores públicos, superando la tradicional división organizativa por unidad.

La nueva sede aprovechará en parte el edificio del Antiguo Palacio del Consell de Ciutat, conocido actualmente como edificio de los antiguos juzgados, ahora en desuso, y añadirá una nueva construcción, sumando en total una superficie útil de 7.473 m2, de los que 537 m2 se destinarán a la OAC. Las obras ya han comenzado y se alargarán durante tres años y medio, con un presupuesto de 20,64 millones de euros.

A la presentación ha asistido la delegada de la Generalidad en la Cataluña Central, Rosa Vestit; el alcalde de Manresa, Marc Aloy; la alcaldesa de Vic, Anna Erra, el alcalde de Berga, Ivan Sánchez; la alcaldesa de Solsona, Judit Gisbert; y el alcalde de Moià, Dionís Guiteras, así como alcaldes de otros municipios de Catalunya Central, presidentes de consejos comarcales, directores de los servicios territoriales y representantes del tejido empresarial.
 
El complejo se situará en el corazón del Centro Histórico manresano, entre la Plaza Mayor y la Seu de Manresa, en la manzana delimitada por el Parque de la Seu y por las calles Baixada de la Seu, Galceran Andreu y Codinella. Parte del complejo aprovechará el edificio de los antiguos juzgados, del siglo XVIII y de estilo barroco clasicista, y la sala gótica, catalogados como Bien Cultural de Interés Local (BCIL), y se añadirá un edificio de nueva construcción, con un diseño moderno y sostenible energéticamente.

Por lo que respecta al diseño del nuevo equipamiento, aplicará criterios de sostenibilidad energética e incorporará medidas de integración paisajística y de calidad ambiental. Así, la calefacción y refrigeración pasivas, la ventilación natural y los sistemas de climatización de elevada eficiencia, combinados con controles inteligentes, se incorporarán juntamente con la producción de energía renovable. Se reducirá el consumo de agua potable mediante la recuperación de aguas pluviales y/o reciclaje de aguas grises para reducir el consumo en sanitarios y en riego.

También mejorará la calidad del ambiente interior con el cumplimiento del nivel de emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) exigido por el estándar europeo en los acabados interiores: paredes, techos y suelos. El diseño escogido asegura igualmente un adecuado nivel de iluminación natural durante el día en todos los espacios de oficinas.

Además, será un edificio funcional con espacios de trabajo abiertos, colaborativos y de uso polivalente, accesible y que fomentará la utilización de las nuevas tecnologías, de acuerdo con el nuevo estándar de espacios de oficina de la Generalitat. Este nuevo estándar promueve nuevos criterios de distribución interior para impulsar el coworking como sistema que debe permitir al personal empleado público acceder a espacios de trabajo ubicados en unidades administrativas distintas. De esta forma se ahorran desplazamientos y también se fomenta la interrelación y las dinámicas de trabajo colaborativo.

 
Un equipamiento abierto a la ciudad

El proyecto, redactado por la UTE formada por CDB ARQUITECTURA SLP-RFArq Arquitectos SLP, propone un edificio compacto, suma del conjunto histórico y del nuevo edificio administrativo, con acabado de piedra, adecuado al contexto del Centro Histórico en el que se ubica.

El complejo tendrá un patio central que actuará como interior de manzana para la ciudadanía, accesible desde las calles Codinella y Galceran Andreu, conectado con el Parc de la Seu. El patio central tendrá una cubierta acristalada que actuará como pulmón térmico y acústico. Así, durante el invierno favorecerá el calentamiento de las capas altas por el efecto de estratificación térmica y en verano permitirá la renovación del aire en el interior, evitando la acumulación de calor.

Además, se reurbanizará el entorno del complejo, con incidencia en las fachadas de la calle de la Codinella y el Parc de la Seu. También se potenciará el eje de comunicación entre el Centro Histórico y el resto de la ciudad, dando continuidad a la pasarela sobre la vía de San Ignacio a través de la calle Galceran Andreu.
 
También se reservarán plazas de aparcamiento para vehículos pertenecientes a personas con movilidad reducida y se crearán plazas para aparcar bicicletas.
 

Fases de obra

La ejecución de las obras se ha dividido en diferentes fases, dado que una parte de los edificios afectados debe derribarse, en la que será la primera fase, mientras que otros deben rehabilitarse o construirse de cero. Concretamente, el primer derribo afectará a los edificios situados en la calle Galceran Andreu; el de la antigua Cruz Roja (números 6 y 8), y dos fincas de viviendas (números 10 y 12), una de las cuales se encuentra en estado ruinoso.

En una segunda fase, se derribará una parte del interior del edificio de los antiguos juzgados, concretamente una reforma del año 1979 que no se adapta a los nuevos usos, así como el edificio anexo de los Procuradores. Todo el proceso de derribo contará con seguimiento de un equipo de arqueólogos y el desmontaje será manual en todos aquellos elementos que sean de interés. En esta misma línea, la obra contempla también una fase específica de intervención arqueológica extensiva.

 
Más facilidades para relacionarse con la Generalitat

La construcción del nuevo complejo racionalizará la disposición de los distintos servicios de la Generalitat, hasta ahora dispersos por Manresa. Así, aglutinará la Delegación Territorial del Gobierno, los servicios territoriales actualmente desplegados en Manresa, reservará espacio para ubicar nuevos servicios que puedan desplegarse y acogerá la Oficina de Atención Ciudadana (OAC).

La Oficina permitirá a la ciudadanía realizar cualquier trámite relacionado con cualquier departamento de la Generalidad en un solo lugar, céntrico y accesible, a través del sistema de ventanilla única. En Manresa, ya están desplegados los servicios de Empresa y Trabajo, Educación, Políticas Digitales y Territorio, Salud e Interior. Y está previsto que próximamente se despliegue Justicia e Igualdad y Feminismos, así como una delegación de Acción y la Oficina Comarcal de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural. Por lo que respecta a Vic, actualmente acoge las delegaciones territoriales de Presidencia, Cultura, Derechos Sociales y Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.

 
La experiencia de Girona

El proyecto de la nueva sede en Manresa, que reúne los servicios de la Generalitat en un único edificio, bebe de la experiencia alcanzada con la entrada en funcionamiento en 2010 del edificio corporativo de la Generalitat en el antiguo hospital de Santa Caterina, en Girona (Edificio Generalitat en Girona). Posteriormente, continuó con la nueva sede de la administración catalana en las Terres de l'Ebre, en Tortosa (Edificio Generalitat en Terres de l'Ebre), inaugurado en julio de 2017.

En este sentido, el nuevo complejo en Manresa cumple los tres requisitos básicos de la nueva política de edificios de la Generalitat: capacidad de transformación urbana, la concepción de espacios abiertos, y el esfuerzo adicional que deben realizar las administraciones de apertura y acercamiento a la ciudadanía, a través de la OAC.
 

Garantizar los elementos patrimoniales

El Antiguo Palacio del Consejo de la Ciudad -conocido en la actualidad como edificio de los antiguos juzgados- es un edificio clasificable entre el renacimiento y el barroco. Fue proyectado por Joan y Francesc Grau, y edificado entre los años 1661 y 1685 donde anteriormente había estado la Casa del Consejo de la Ciudad, con la intención de destinarlo a las mismas funciones. En el siglo XVII, la posibilidad de crear un obispado en Manresa hizo que durante un tiempo pensara instalar el palacio del obispo. Pero finalmente se convirtió en juzgado y prisión. Un escudo del escultor manresano Francesc Grau centra una fachada sobria, pero elegante.

El interior conserva una sala gótica. Sin embargo, se trata de un edificio muy transformado a lo largo de los siglos XIX y XX, con elementos constructivos modernos, los últimos de los cuales corresponden a la última reforma de 1979.

A raíz de la propuesta de proyecto de la Generalitat, tal y como es preceptivo en estos casos, el Ayuntamiento de Manresa ha realizado un estudio para determinar cuáles de los elementos del edificio de los antiguos juzgados y del edificio de los Procuradores son originales y tienen significación patrimonial, dadas las transformaciones que han sufrido desde su construcción inicial. El objetivo es dar valor y garantizar la conservación de estos elementos, a la vez que identificar aquellos elementos que no son originales ni patrimoniales, para posibilitar que se pueda actuar en ellos si el proyecto así lo requiere.

Del estudio, se desprende que el edificio de los antiguos juzgados conserva pocos elementos originales de alto valor patrimonial: son la fachada de la Baixada de la Seu y los arcos de la llamada sala gótica, en el cuerpo que da al Parque de la Seu. En lo que se refiere al edificio de los Procuradores —también muy transformado a lo largo del tiempo— existía la hipótesis de que pudiera ser una torre de datación antigua. Ahora, se ha visto que es un edificio anejo y moderno, con una base de los siglos XIII-XIV, habitual en el Centro Histórico.

En cuanto a los edificios de la calle Galceran Andreu que ahora se derribarán, se ha analizado el antiguo edificio de Cruz Roja, donde no se han localizado elementos patrimoniales. Con todo, se ha decidido conservar uno de los arcos, que se trasladará a la nueva sede de la Generalitat como testimonio de los edificios preexistentes.

La información que ha proporcionado el estudio podrá ampliarse con las prospecciones arqueológicas que se harán.

 

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