El Parque Ambiental de Bufalvent de Manresa está experimentando con una tecnología pionera en el mundo aplicada al proceso de compostaje, en el que se convierte el residuo orgánico en abono, y que está dando como resultado mejoras sustanciales en la calidad del producto final.
Se trata del proyecto europeo Compoball, impulsado por un consorcio de dieciséis empresas, entidades y asociaciones de todo el continente, que incluyen la empresa IRIS de Castelldefels, la Agencia de Residuos de Cataluña, la UPC, y la Asociación de Plantas de Compostaje de Cataluña. Ya hace tres años que se inició en una fase experimental que está a punto de terminarse. En este tiempo, la planta de Bufalvent, del Consorcio del Bages para la Gestión de Residuos, ha sido una de las cuatro instalaciones de todo el continente que han servido para la prueba piloto (en el que también está la planta de compostaje de Torrelles de Llobregat).
La clave de este sistema innovador es que permite monitorizar el proceso de compostaje. Esto implica poder conocer en tiempo real y de forma continuada las condiciones de temperatura y humedad con que se encuentra la pila de compostaje almacenado "sin necesidad de que el operario deba desplazar", apuntaba ayer en la presentación de este nuevo método en Manresa la coordinadora del proyecto y miembro de la empresa IRIS, Mirta Rodríguez.
El método consiste en insertar unos nodos inalámbricos en forma de huevo dentro de estas pilas de residuo para que capten la temperatura y la humedad del entorno. Estos mismos aparatos retransmiten la información por radiofrecuencia a un hub que recoge los datos de todos los nodos, y que se pueden analizar en tiempo real a través de una web. Todo ello, "permite al operario poder actuar en cualquier momento para optimizar el proceso", modulando la temperatura o la humedad, "y conseguir que el compostaje tenga la mejor calidad posible", añadió durante la explicación de ayer el responsable técnico de IRIS, Carlos Rovira. Además, estos datos quedan almacenados, de manera que se puede analizar su secuencia temporal.
Entre otras cosas, la planta Bages fue escogida en su día para la prueba piloto porque es un sistema de tratamiento estático, es decir que la pila de compost se mantiene sin moverse durante más tiempo.
Fuente: Regió 7