Como clausura de los actos que se han llevado a cabo durante el año 2023 con motivo de los 40 años de SODECA, la empresa fabricante de ventiladores y extractores invitó el pasado jueves a empresarios y trabajadores a escuchar al prestigioso economista, catedrático y profesor, Xavier Sala-i-Martín.
Sala-i-Martín hizo una ponencia muy didáctica hablando: del fin de la inflación; de los altos tipos de interés que a su juicio se resistirán a bajar por el alto grado de endeudamiento de los estados y, en el caso específico de España, por el gran poder que tienen las entidades bancarias; y del nivel actual de intervencionismo de los gobiernos. También se mostró especialmente preocupado por el rumbo que tomará China, ya que en 2008 con la crisis inmobiliaria de Europa y USA, el gigante asiático vio que no podía confiar en la demanda externa y decidió generar demanda interna, invirtiendo en hacer fábricas y potenciando el consumo local. Aunque esto último no lo han logrado, con lo que puede generarse una burbuja de exceso de capacidad. Si esto va a generar un aterrizaje forzoso o suave todavía es una incógnita, afirmaba.
En Cataluña "estamos perdiendo una oportunidad de oro"
Ésta era una advertencia que Sala-i-Martín hacía a los empresarios. Según el economista, tras la pandemia y debido a la rotura de las cadenas de suministro, se vio que el sistema era demasiado frágil y que había que realizar una desglobalización. Existía una gran oportunidad para zonas industriales como Cataluña, pero la realidad es que esa deslocalización de China se ha trasladado sólo a países como India o Vietnam.
"¿Qué hemos hecho mal?" se preguntaba Sala-i-Martín. A su juicio, los motivos son las regulaciones prohibitivas de nuestros gobiernos; los impuestos elevados; la mano de obra insuficiente y que estamos quedando atrás en educación, faltando muchos trabajadores calificados.
Cómo afrontar el gran reto tecnológico
Para el profesor, el gran reto que tenemos por delante actualmente es el tecnológico. En este aspecto se mostró muy positivo, afirmando que "la IA no nos tomará el trabajo, pero sí nos lo tomará el humano que la sepa utilizar".
Sus recomendaciones fueron: "primeramente abrazar el cambio y automatizar todas las tareas aburridas", alegando que había que entender que la inacción es el enemigo. “En segundo término, ir con precaución, porque la inteligencia artificial no es inteligente, es sólo una serie de datos, patrones y predicciones y que en ocasiones los datos pueden ser incumplidos, los patrones pueden ser frágiles y se pueden generar malas predicciones. Por tanto, no podemos relajarnos pensando que la máquina no falla. Y en último término, debemos saber qué consecuencias tendrá todo esto en nuestro sistema democrático porque los humanos radicalizados son más predecibles y por tanto nos están radicalizando para poder hacer mejores predicciones”.
Por último, Sala-i-Martín se mostró crítico con las administraciones catalanas y españolas que, a su juicio, no hablan de este tema y no sabemos qué propuestas tienen al respecto. En cualquier caso, Europa ha perdido la carrera y la lideran Estados Unidos, donde las empresas que recogen datos son sus propietarios. Y China, donde los datos son recogidos por el Gobierno y los transmite a todas las empresas chinas, con lo que estas empresas disponen de más datos que nadie. En Europa, mientras tanto, se trabaja con Identidades Digitales Soberanas, un sistema que aspira a hacernos los dueños de toda nuestra información, sin intermediarios, no sólo para poder tener acceso a nuestra propia información cuando la necesitamos, sino también elegir a quién dar acceso y quién puede monetizar esa información.
