Vic y Manlleu estarán unidas a partir de 2023 por un camino para peatones y bicicletas que tendrá el nombre de 'Vía Ausetania'. El itinerario de 6,8 kilómetros de longitud reseguirá la recta de Manlleu (B-522) pasando por Gurb, y se iniciará en la rotonda con la C-153 de Vic para finalizar el núcleo manlleuense. Los peatones y bicicletas circularán por la banda izquierda en sentido norte (Vic-Gurb-Manlleu).
En la presentación del proyecto la alcaldesa de Vic, Anna Erra, destacó la suma de los tres municipios para "acercar territorios y ligar personas". Además, también subrayó que este itinerario va en consonancia con la apuesta del Ayuntamiento de dar "un sentido más tranquilo a la manera de movernos", tal como se ve reflejado en la vía entre Vic y La Guixa. Erra apuntó que aunque el actual carril bici de Vic acaba en la carretera de Manlleu por la banda derecha, se encontrará la manera para que acabe enlazando con la Vía Ausetania.
Por su parte, el diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Jordi Fàbrega, remarcó que la Vía Ausetania "es un nuevo concepto de movilidad", ya que son infraestructuras en las que los ciudadanos se podrán mover a pie o en bicicleta. En cuanto a la elección del nombre, Fàbrega explicaba que se debía a que esta vía "convertirá el itinerario peatonal más importantes de Osona".
El alcalde de Manlleu, Alex Garrido, ponía de relieve que la Vía Ausetania supondría una "nueva oportunidad para desplazarse".
El alcalde de Gurb, Joan Roca, señaló que la Vía Ausetania serviría para "reforzar la conectividad con núcleos diseminados como Granollers de la Plana". Roca, como Erra y Garrido, agradeció el apoyo de la Diputación para poder sacar adelante el proyecto y el reparto de costes, especialmente porque Gurb es el término municipal que ocupa más metros.
Una obra dividida en tres fases de ejecución
La ejecución de las obras para la construcción de la Vía Ausetania se llevará a cabo en tres fases que tendrán un coste presupuestado de 2.760.000 euros. La primera de ellas se licitará el otoño de 2019 e irá de Vic hasta la zona de la Cabra. La segunda fase incluye el tramo de Manlleu hasta Granollers de la Plana, y el tercer tramo es el que queda entre las dos grandes poblaciones.
A medida que se vayan terminando los tramos ya se podrá circular. El primer tramo tiene un coste de 477.000 euros y hace 1,2 km; el segundo 772.300 euros y tiene 1,6 km de longitud; y el tercero, 1.510.600 euros y hace 4 km de largo.
El coste de la obra será asumido en un 66% por la Diputación de Barcelona. Vic y Manlleu aportarán cada uno un 14%, y Gurb contribuirá con el 5% restante.
"Antes de terminar en mayo de 2023, la Vía Ausetania será una realidad", aseguró Fàbrega.
Un itinerario de casi siete kilómetros del que se podrán beneficiar 66.000 usuarios
La Vía Ausetania tendrá una longitud total de 6,8 km, y una anchura de unos tres metros que puede variar en algunas zonas. Ya que algunos tramos coinciden con caminos vecinales, se ha establecido una limitación de velocidad de 30 km / h.
El itinerario no contará con farolas sino con balizas. En cambio, los tramos como las entradas a las tres poblaciones o núcleos diseminados sí irán iluminados. El suelo será de hormigón con colores terrosos propios del territorio y protegido por biondas de madera de interior metálico.
La Vía Ausetania "unificará tres poblaciones y 66.000 personas", indicó Fàbrega. El itinerario que recorrerá la futura Vía Ausetania soporta diariamente un volumen de coches de 13.500 vehículos. Una cifra "muy elevada si se compara con otras vías", dijo Fàbrega. En este mismo sentido, también indicó que la accidentalidad de la carretera en los últimos cinco años era alta, aunque no se ha registrado ninguna víctima mortal.
En cuanto a equipamientos, la Vía Ausetania contará con pequeñas zonas de descanso. La Vía Ausetania está proyectada para fomentarla salud, el medio ambiente y la cohesión social, entre otros.