- ¿Qué importancia le da la ACM al despoblamiento de las zonas rurales catalanas?
Trabajar por la equidad territorial y luchar contra la despoblación, forma parte de la razón de ser de la ACM, que agrupa a 940 municipios, todos los Consejos Comarcales y las cuatro diputaciones. Siempre hemos trabajado para que el territorio no urbano las personas puedan tener las mismas oportunidades que los que viven con áreas más pobladas, donde el acceso a los servicios básicos, el transporte público o la conectividad están garantizados.
- ¿Desde la ACM impulsáis iniciativas o proyectos para combatir la despoblación rural?
Desde hace dos años, hemos impulsado tres líneas de actuación:
• Participación en los premios smart-challenge, financiando uno de los premios, el proyecto "Volta" que se ha estado testando en La Garrotxa.
• Proyecto "Arrelament", conjuntamente con la Fundación Pi i Sunyer. Se han escogido tres proyectos piloto, en el ámbito social para luchar contra la despoblación. Los municipios elegidos, son: Rocafort, La Cellera de Ter y el Consejo Comarcal del Pallars Jussà.
• Formamos parte junto con ARCA, el CADS y la Asociación de Micropueblos de las entidades que impulsan la Agenda Rural de Cataluña, que debe ser el documento estratégico que dibuje las principales acciones a desarrollar en materia de desarrollo y dinamización de los territorios rurales.
- ¿Puede explicar brevemente si las iniciativas que desarrolla han tenido éxito?
Aunque es muy pronto para hacer una valoración a fondo para que todos ellos son muy recientes. Pero estamos muy satisfechos de la buena acogida que han tenido todas las iniciativas.
El objetivo del proyecto "Volta" y del proyecto "Arrelament", es hacer pruebas piloto que sean escalables, replicables a otro municipios y, por tanto, los resultados los veremos en función de si estos proyectos los vemos aplicados también a otros territorios de los inicialmente escogidos.
En cuanto a la Agenda Rural, es un proyecto estructural, de país. Esperamos que sea verdaderamente un proyecto transformador.
- La ACM es una de las entidades de la comisión redactora de la Agenda Rural de Cataluña, ¿cree que la Agenda servirá para combatir la despoblación?
Dependerá del Gobierno de la Generalitat y del Parlamento de Cataluña. De su grado de implicación. Las medidas que se están proyectando no son coyunturales, pretenden cambiar una inercia histórica a nivel económico, social, cultural y también política. En los próximos años se incorporará a los diferentes planes de mandato y la priorización legislativa las medidas que la Agenda plantea. Para conseguirlo es necesario un gran consenso, un acuerdo de país que se concrete en los diferentes planes de mandato. Si lo conseguimos, la Agenda será la principal herramienta de dinamización y desarrollo territorial de Cataluña.
- ¿Qué cree que se debe hacer desde el municipalismo para superar la dicotomía urbano-rural y reconectar la realidad urbana con la rural?
Hay que empoderar el mundo local. Los municipios no son sólo los ejecutores de las políticas que plantean el resto de administraciones. Debemos pasar a la etapa de la corresponsabilidad en la toma de todas las decisiones que afecten al territorio para poder incorporar el conocimiento y la sensibilidad que conlleva está cerca de la gente. Y esto debe hacerse con diálogo permanente rural-urbano; durante demasiados años han sido compartimentos estancos, que no se han comprendido suficientemente mutuamente.